domingo, 20 de marzo de 2011

elHorror

Siento como me hundo poco a poco. Cómo mi cuerpo se desliza entre los sebosos labios del horror. Muertes, enfermedades, terremotos, tsunamis, nucleares que explotan, guerras en el Medio Oriente, hambre, odio, desidia, desencanto, rencor. Y yo, ahí en medio, enamorado. Veo un deterioro lento y cruel de las fibras de la carne y de la piel. Siento un desgarrón en mi alma, que sólo mil besos pueden curar.
Hoy no creo en nada, si viene el fin del mundo ni siquiera me voy a peinar.

viernes, 18 de marzo de 2011

Good Bye ¿Lenin?

 Como a la marcha de un tren en la estación le exhalo mis últimas palabras: Aspettami. Él me mira, sus profundos ojos me recorren, sólo es un segundo, pero me siento como el centro del mundo, alguien especial, Lenin alzando su pétreo brazo por el cielo de Berlín. 
Se acabó, se acabó todo. Las posibilidades, el placer, las excusas, los pretextos. TODO. No hay nada más allá, sólo un negro insondable como el alma humana. Esto me hace pensar en mundos paralelos, ¿qué hubiese pasado si de repente le hubiese tirado un café caliente por la cabeza culpa de mi torpeza? ¿Nos hubieramos conocido, es más, apreciado, querido, o me hubiese corrido a ostias? Mi imaginación se libera y entra en un mundo incomprensible de lo que hubiera deseado, de recuerdos que no son míos, de placeres que van y vienen ¡de falsas realidades adyacentes!
Hoy me ha dado por comparar la vida con un vaso de agua, nada del medio lleno medio vacío, no. Me refiero a cuando vas a un bar y pides educadamente un botellín, y en vez de traerte un vasito con tu agua natural te encuentras que la linda señorita deja ante tí miles de burbujas que recorren su vítrea superficie. Así es todo, así es la vida, un estúpido vaso de agua con gas cuando tu la quieres mineral. No sabes si la culpa es tuya o de la camarera, o del mundo en general, lo único que sabes, lo único que hay seguro, es que tu tienes ante tí un vaso de gaseosa.
Necesito un vaso de agua mineral, refrescante, limpiadora y que se vaya toda esta mierda que tengo en la boca.

Para mi yo del fúturo:
1584 - Ése es el número.

viernes, 11 de marzo de 2011

Solo, como un poeta en el aeropuerto.

¿Me permiten decirles algo?
TODOS los tontos tienen suerte, joder!

jueves, 10 de marzo de 2011

Ojos negros, piel canela

tengo la maleta preparada. Creo que llevo demasiadas cosas, demasiados problemas, preocupaciones, demasiadas entradas en este blog, demasiados sueños irrealizables, demasiadas canciones engañosas.
Demasiados amores A y B, carreteras a Albacete. Me repito demasiadas veces el En la cama, en la cama es lo mejor, en tu cama, en tu cama quiero yo, a tu lado, a tu lado puedo yo dejar de andar. Sueño con el Qué bonito es ver desde el mirador la ciudad, quieres jugar,  ves en la ciudad la luz que gobierna la oscuridad, somos tu y yo, he querido hablar metafóricamente, claro Y cuando escucho el embraceable you me quiebro, me vuelvo gelatina, no soy más que un algodón que siempre se empapa y pierde la razón. Rezo por el quédate a dormir, por cantar el rocanrol de los idiotas, por susurrar en la noche que el fin del mundo te pille bailando. Y esto ya me está afectando, duermo mal, fatal, porque estoy deseando despertarme para poder fingir que soy feliz, o algo así, y todo esto por unos ojos negros, piel canela, que como decía King Cole, me llegan a desesperar.
Me voy.

martes, 8 de marzo de 2011

AuRevoir


Todo es tan imposible que reúne en sí algo de cierto misterio. Dedos claros y oscuros se entremezclan en la más profunda oscuridad, no hay nada más que la habitación de hotel. A veces tirito y tu aprietas más fuerte, a veces eres tu quien pasa frío y yo me giro para abrazarte aún más y que mi respiración caliente tu cuello. Tus ojos refulgen en la oscuridad, como piscinas de miel en la luna, me bebo sus aguas, a cada beso, me bebo sus aguas y me empapo con la luz que desprenden. Y todo sigue siendo tan absurdo. Susurro el embraceable you, y tu cierras los ojos, ni siquiera lo hago bien, pero sabes que te quiero. Más tarde me levanto y miro París de madrugada, al fondo del pasillo alguien grita, me agarras por la cintura y me besas así, de medio lado y por el cuello.
Vimos el mundo de la mano, y fuimos felices, tu hiciste lo propio, yo tristemente, también, y nos besamos como nunca. Ya ni siquiera es extraño, no para ti, no para mí. Me besas, no paras de besarme, y no hay nada más que el frío y tu, que funciona como el chocolate caliente de diciembre en Moscú. No existe el mundo exterior, no existe nada más, sólo tu, yo, y nuestro camión.


No sé muy bien por qué he escrito esto, no debería hacerlo, debería eliminarlo de mi vida, debería eliminarme a mí mismo. Pasado me voy, espero poder escribir algo.

sábado, 5 de marzo de 2011

Errores imperdonables

<< Y yo me dije: cuidado chaval, te estás enamorando >>
No sabéis las ganas que tengo de decirme otra vez eso, de mirar de soslayo, de que me vuelque el corazón como un camión que se revuelca amoroso por la M-30 en un accidente múltiple. Enamorarme de forma salvaje, como en las películas, con comentarios picantes en cada esquina, con miradas cálidas y sonrisas de fuego. Dudas de antes y después. Preguntarse a cada frase qué habrá querido decir con eso. Siempre que me enamoro, o mejor dicho, que alguien "me gusta" siento algo, siento como la sangre me llena el cerebro y no puedo pensar, y tirito sin razón.
Pero bueno, hace tiempo que no siento nada así, supongo que es porque no conozco a nadie nuevo... ése es un problema... Debería abrirme algo más, lo estoy haciendo, pero... creo que demasiado poco. ¿Sabéis? Esta semana me voy de viaje de estudios, lejos, muy lejos. Y sólo puedo desear que me pase algo así, que conozca a alguien y que sea tan tán, como yo desearía que fuera. Ése es mi problema. Por eso sé que me voy a dar un golpe, un golpe tan fuerte y potente como ya me lo dí antaño. Quizás a veces piense que estoy más desencantado con el mundo, pero es mentira, una mentira tan grande como todas las cúpulas del Kremlim juntas. Porque ÉL es gilipollas, tanto o más que yo. Pero si no pienso que voy a conocerle si no imagino que underthemoonlight voy a besarle obviando el  ay de ti ay de mi alcanzando tres veces seguidas el nirvana y que de una vez por todas voy a ser completamente feliz, llenándoseme la boca diciéndolo: feliz. Si no creo en esto ¿Para qué vivir? La realidad es horrible, es dura, es completamente insustancial, por eso el amor y el desamor, por eso el miedo, por eso Kubrick y Boris Vian. 
Y todo esto no es más que un escupitajo de la espuma de los días a la realidad.
Sólo me queda repetirme a mí mismo como si fuese un mantra << Peor para el sol >>