Hoy me ha pasado algo extraño. Algo que no había sentido nunca. Hasta después de comer era la misma persona que se acostó ayer por la noche, o que siempre ha estado ahí. Pero ha pasado algo, y no sé qué es. El caso es que... he madurado. Me he comportado como el jovenzuelo amable que siempre quise ser, que echa una mano y no pone caras malas, que reconoce sus errores y sus cualidades. He podido tener una conversación con mis padres, casi como si fueran mis amigos. Me he mirado al espejo y he visto un punto, una pincelada que esta mañana no tenía y que adoro de esos jovenzuelos amables que a veces, cuando tengo suerte, me cruzo por la calle.
Espero que no inmadure tan rápido como lo he hecho hoy.
Espero que a esto que me ha pasado se le pueda llamar maduración, yo creo que sí, y mi cuerpo también lo siente.
quizá sea un pequeño sintoma de maduración.un paso más.cada edad tiene sus comportamientos.aun así nunca debemos de sentirnos libres.
ResponderEliminarun saludo zagal :-)