viernes, 20 de mayo de 2011

Fantasía #47: Merienda

Cuando llegamos a mi casa él comenzó a decirme todo lo que le dolía la espalda, no sé, algún tipo de contractura, nunca supe nada de músculos y huesos y no voy a aprender ahora. Intenté darle un masaje, algo que le relajara, pero nada daba resultado. Y entonces recordé una crema que mi madre me ponía de pequeño cuando me daban "los dolores del crecimiento". Le pedí que se quitara la camiseta, y se tumbó en la cama boca abajo, yo comencé a extender tibiamente la crema por su espalda. Ligeramente, tranquilamente, como lo dirían en La France, tendrement. Al rato paré, me lavé las manos y me acosté junto a él, dándole esa compañía que a veces es mejor incluso que un abrazo, esa compañía que rellena una cama sin apenas tocarse y da tranquilidad, paz, felicidad completa e insustancial.
Desperté pasada la siesta, y él aún seguía durmiendo. Me dieron unos deseos irrefrenables de estar por siempre así, con él, e instintivamente bajé a comprar pastel de pera con chocolate, pues no habría otra cosa que pudiéramos comer mejor que aquella. Llegué y mientras hacía leche con canela y limón se despertó, ya casi sin dolores de espalda, me besó, y algo en el cielo se movió. Como siempre que llueve, disfruto abriendo las ventanas, dejando pasar ese aire frío, gélido, congelado de la lluvia, oír el murmullo de las gotas y el ahogo de la calle. Y así merendamos aquella tarde, con un vendaval de felicidad helada y pastel de pera con chocolate.

4 comentarios:

  1. ¡Qué bonito! :)

    Por cierto: Me encanta tu descripción del perfil, es genial. Y a mi también me gusta dormir con el edredón aunque acabe sudando a mares después de la siesta xD Hasta que mi madre me lo quita... -.- Y la lluvia, también me gusta la lluvia, aunque no salgo a pasear luego pq soy algo vago...

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  2. q bonito imagen se desprende de tus letras

    saludoss

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  3. Maravilloso, chico. Pero una cosa te digo: a veces las fantasías se hacen realidad. Que sepas que yo escribí muchas y he logrado vivir un número muy cercano a tantas soñadas. La vida a veces sorprende.
    Un saludo!

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  4. Voy a tener que comprar pastel de pera y chocolate.

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